El proyecto, en el que han participado alrededor de 150 personas -90 alumnos del centro, además de 40 estudiantes chilenos y 20 profesores- comenzó a gestarse en julio, aunque el montaje se inició en otoño.
El proyecto ha sido posible gracias a la colaboración de 17 empresas que han apostado por llevar adelante la idea. Se trata de un módulo prefabricado de baja demanda térmica, construido bajo los criterios de PASSIVHAUS: bien aislado, evitando infiltraciones, y dotado de ventilación mecánica conectada a un POZO CANADIENSE.
El aporte térmico se completará mediante energía solar térmica y aerotermia, y el eléctrico gracias a la micro-red que combina dos campos de captación fotovoltaicos de 10 kWp y una turbina eólica de 3 kWp.
El objetivo es que se convierta en un edificio vivo que sirva de BANCO DE PRUEBAS para probar nuevas tecnologías que las empresas interesadas puedan mostrar a la sociedad el funcionamiento de sus productos relacionados con la edificación eficiente, las instalaciones eléctricas y las térmicas.
La primera planta del módulo, de 80 m2 de planta, será un aula de referencia con capacidad para 30 personas en la cual se ha instalado la sala de calderas del edificio a la vista, y estará ABIERTO a cualquier empresa o entidad que quiera realizar una sesión de trabajo en la misma. La segunda planta se dedicará a aula- taller para los alumnos de eficiencia energética.